
En una noche histórica en el Lumen Field, Cruz Azul vivió una de sus peores pesadillas futbolísticas. Seattle Sounders no necesitó más de 90 minutos para propinar una goleada contundente de 7‑0, superando al equipo cementero en intensidad, claridad ofensiva y eficacia pura.
El marcador se abrió al minuto 48, cuando Yeimar Gómez Andrade cabeceó sin marca en un tiro de esquina magistralmente ejecutado, colocando el 1‑0 y dando inicio a la pesadilla azul.
La segunda parte fue un vendaval visitante. Cerca del minuto 50, Obed Vargas capturó un balón fuera del área y fusiló al arquero Mier con un disparo rasante, aumentando la diferencia. A los pocos minutos, Jesús Ferreira combinó con Rusnák dentro del área y definió con frialdad para el 3‑0.
El minuto 69 trajo otro tanto: Osaze De Rosario realizó una carrera llena de pausa y explosión, controló con calidad y definió con un zurdazo imparable por bajo el arco visitante. Seattle no aflojaba.
Ya sobre el cierre, el festival goleador continuó: en el minuto 76, Pedro de la Vega, ingresado en el complemento, anotó su primer gol con un disparo colocado en el poste. Minutos después, a los 88’, Nouhou Tolo aprovechó un rechazo defensivo dentro del área para empujar el 6‑0 tras un tiro libre fallido del rival. Y en tiempo de compensación, de la Vega volvió a aparecer para cerrar la goleada con un golazo de fuera del área.
Fue una lección de fútbol ofensivo en casa, mientras Cruz Azul ofreció un desempeño desinflado: sin reacción, sin capacidad para generar peligro y con un rendimiento colectivo que quedó a años luz de su estándar.
🎯 Jugadas clave del partido:
- Yeimar Gómez Andrade desniveló en un centro al área y puso el primer golpe local.
- Obed Vargas combinó potencia con precisión en el segundo tanto.
- Ferreira amplió diferencias con definición certera desde dentro del área.
- De Rosario mostró un deslumbre técnico para el cuarto gol.
- Pedro de la Vega brilló con dos goles decisivos desde la banca.
- La velocidad, el control posicional y la contundencia ofensiva fueron abrumadoras.
Seattle llega con autoridad en el debut de grupo; Cruz Azul, en cambio, se marcha con interrogantes sobre su funcionamiento ofensivo y su capacidad de reacción ante adversidad.